La relación enfermiza de una hija con su madre; el sentimiento de culpa; la huida como legado; el poder devastador de algunos sueños, capaces de permitir que una mujer abandone al marido y a los hijos para convertirse en actriz; la respuesta, a veces patológica, frente a la muerte de un ser querido, o la propia superstición, que puede llegar, si se dan las circunstancias, a justificar una guerra. De eso trata “La Casa…”, el libro de relatos que el autor monegrino acaba de publicar. Con estas breves pero intensas historias-en las que sus protagonistas, que bien pudieran ser un pariente nuestro o alguien del entorno-y una prosa sugestiva y eficaz pretende el narrador hacernos partícipes de su mundo. Y creo que lo consigue. Pues uno acaba teniendo la sensación de haber visto alguna vez al “Latas” o a Zenón el grande por alguna parte. Dice: ”Todas, o casi todas, las historias de este libro parecen situar a sus protagonistas en la senda del misterio, la resignación o la rabia contenida…, como si una suerte de fatalismo vital continuara guiando sus pasos, y por lo que a mí respecta, haciéndome reo de aquel tiempo sólo vivido en mi imaginación. Son pedazos de vida, atravesados por el eco de una guerra civil no tan lejana, que a muchos os resultarán familiares”.